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SYRACUSE, Nueva York (AP) — Después de que Kyle McCord lanzara para 381 yardas y cuatro touchdowns en su debut con Syracuse, el nuevo entrenador Fran Brown pensó en enviarle una botella de champán al entrenador de Ohio State, Ryan Day.
Si McCord sigue así, Brown podría tener que elevar el nivel.
Los Orange han comenzado con un récord de 2-0, incluyendo una sorpresa contra el entonces n.º 23 Georgia Tech, y mucho del crédito va para el ex mariscal de campo de los Buckeyes, cuya transferencia a la escuela en el norte de Nueva York tomó por sorpresa a muchos.
McCord lidera la nación en pases de touchdown por partido (4,0) y es segundo en yardas por partido (367,5). Él y los Orange ocupan el tercer lugar en la nación y el segundo en la ACC en ataque aéreo. El nativo de Nueva Jersey ya ha establecido récords personales en completos y yardas, y empató su mejor marca personal de cuatro pases de touchdown en la victoria contra Georgia Tech.
Los resultados iniciales han borrado el “sabor amargo” con el que terminó la temporada pasada para McCord — la derrota en la temporada contra Michigan y las dudas sobre su estatus como mariscal de campo titular de los Buckeyes a pesar de llevar a Ohio State a un récord de 11-1. Terminó la temporada con 24 pases de touchdown y solo seis intercepciones, completando casi el 66% de sus pases. El hecho de que no estuvo a la altura de sus predecesores más inmediatos — Justin Fields y C.J. Stroud — no ayudó.
“Pensé que deberíamos movernos en una dirección. Ellos no lo vieron de esa manera, así que fue una decisión rápida entrar en el portal”, dijo McCord. “Las cosas sucedieron bastante rápido”.
Los resultados iniciales, que han captado la atención de los cazatalentos de la NFL, han sido gratificantes para McCord, quien reconoció que está jugando con un poco de rencor.
“Cada vez que pisas el campo de fútbol hay algo que probar, pero especialmente dada la forma en que fue el año pasado y especialmente cómo terminó, definitivamente sentí que necesitaba venir aquí y demostrar lo que valgo”, dijo antes del partido del viernes por la noche en casa contra Stanford. “Sé el jugador que soy y de lo que soy capaz”.
A pesar de lo bien que han ido las cosas, fue sorprendente que el ex jugador de cinco estrellas de St. Joseph's Prep en Filadelfia se trasladara de una potencia a un programa que ha tenido en su mayoría resultados mediocres desde unirse a la ACC. Es el jugador mejor clasificado en comprometerse con Syracuse desde que ESPN comenzó a registrar los rankings de reclutamiento en 2006.
Las largas relaciones de McCord con Brown, a quien conoce desde sexto grado, y los entrenadores de mariscales de campo Nunzio Campanile y el coordinador ofensivo Jeff Nixon, inclinaron la balanza a favor de los Orange. Brown, que llegó a Syracuse como uno de los mejores reclutadores del país, llamó a McCord justo horas después de que hubiera ingresado su nombre en el portal. Brown se subió a un avión en Syracuse, y los dos charlaron durante unas tres horas en el apartamento de McCord en Columbus.
“He conocido al entrenador Brown por siempre y hay un gran equipo a mi alrededor. Realmente no hubo dudas sobre la decisión, pero si me hubieras preguntado justo después de la temporada, ¿creía que las cosas irían así? Diría que no, pero al final las cosas suceden por alguna razón”, dijo McCord. “Obviamente no (la temporada anterior) no terminó de forma perfecta, pero aterrizar en una situación como esta, con entrenadores como estos y jugadores como estos, me siento bendecido. A veces las cosas tienen que caerse para que las cosas se unan. Esta es definitivamente una de esas situaciones”.
El mensaje de Brown de ayudar a escribir un nuevo capítulo en la historia del fútbol americano universitario de Syracuse también resonó con McCord.
“El mensaje más importante del entrenador Fran para mí fue que esta es una era completamente nueva para el fútbol americano de Syracuse. Dijo, 'Quiero que empiece contigo y conmigo'. Significa mucho para mí”, recordó McCord. “Al crecer en el noreste, conozco la rica historia del fútbol americano de Syracuse. Muchos grandes han vestido este uniforme aquí. Tener la oportunidad de devolverlo a donde alguna vez estuvo significa mucho. No tomo esa responsabilidad a la ligera”.
Su entrenador está emocionado de tenerlo a bordo.
“Es un buen jugador. Un jugador realmente bueno, y creo que ha demostrado eso consistentemente”, dijo Brown. “Tengo la oportunidad de entrenarlo. Estoy agradecido y bendecido de que esté aquí en Syracuse. Necesitaba hacer lo que fuera mejor para tener éxito. A veces necesitas un cambio. Creo que necesitaba un cambio”.
Y, hasta ahora, el cambio ha sido bueno.
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