SUNRISE, Fla. (AP) — Cuando los Edmonton Oilers seleccionaron a Ryan Nugent-Hopkins con la primera selección en el draft de la NHL de 2011, habían estado ausentes de los playoffs durante cinco temporadas consecutivas. Tampoco se clasificaron para siete de sus ocho primeras temporadas.
Ahora, 13 años después de escuchar su nombre en uno de los momentos más memorables de su carrera, Nugent-Hopkins está jugando por la Copa Stanley en el Juego 7 de la final contra los Florida Panthers. Es el jugador más veterano de la organización, una pieza fundamental mucho antes de la llegada de Connor McDavid y Leon Draisaitl, y una de las principales razones por las que los Oilers han llegado hasta aquí.
"Ha pasado por algunos días oscuros (con los Oilers) y ha salido del otro lado", dijo McDavid el domingo. "Significa mucho para nuestro grupo. Significa mucho para la gente de la ciudad de Edmonton. Obviamente, aceptó un recorte salarial masivo para quedarse allí y ser parte del grupo, y es una gran parte de ello".
Nugent-Hopkins, quien cumplió 31 años justo antes de que comenzaran los playoffs, ganaba $6 millones por temporada de 2014-21 en un contrato firmado dos años antes del debut de McDavid. Firmó un nuevo contrato justo después que le paga un poco más de $5 millones anuales, un acuerdo que dejó espacio para que el gerente general Ken Holland trajera a jugadores como Zach Hyman que han sido críticos en esta carrera.
No es como si Nugent-Hopkins se hubiera tomado un segundo plano de ninguna manera. Solo tres jugadores – McDavid, Draisaitl y el defensor Evan Bouchard, todos compañeros de los Oilers – tienen más puntos en estos playoffs de la NHL.
"Uno piensa en Leon y Connor como los puntos centrales de nuestro equipo debido a las dos estrellas, pero Ryan también tiene mucho que ver con el equipo, no solo con su juego en el hielo, gran parte de nuestro juego en inferioridad numérica, gran parte de nuestro juego de poder, usualmente jugando en nuestra primera línea o segunda línea", dijo el entrenador Kris Knoblauch, recordando de memoria que el Juego 7 era el aniversario de 13 años del draft de Nugent-Hopkins.
"Muchos jugadores lo respetan mucho porque lo ha visto todo, ha visto muchos años malos, no clasificar a los playoffs, decepciones en los playoffs. Ahora tener la oportunidad de ganar ese último juego de la temporada, creo que todos están muy felices por él".
Nugent-Hopkins, alguna vez una esperanza para el futuro, se ha convertido en un referente en el vestuario de los Oilers para los jóvenes jugadores que esperan permanecer en la liga tanto tiempo como él.
"Ha estado con la organización por más tiempo, así que sabe de dónde venía el equipo y cuánto ha avanzado el equipo", dijo el alero Dylan Holloway. "Es simplemente un gran ejemplo de líder y alguien que todos seguro querrían en su equipo".
El único equipo de Nugent-Hopkins en la NHL han sido los Oilers, y se considera afortunado. Se considera casi afortunado por pasar por tantas derrotas al principio como una forma de aprender las partes más difíciles antes de experimentar algunas salidas de playoffs que solo agregaron más dolor.
"Como un niño de 18, 19, 20 años, estás empezando a sumergirte un poco en ello", dijo Nugent-Hopkins. "Estás empezando a tener una idea de ser un profesional y creo que es casi mejor pasar por eso cuando eres tan joven y definitivamente te da hambre de llegar a los playoffs y estar en un buen equipo".
Reconociendo que muchos jugadores pasan por dificultades antes de estar en la cúspide de ganar la Copa Stanley, Nugent-Hopkins nunca abandonó a Edmonton y es un ejemplo de la franquicia que pasó de días oscuros a ser un contendiente.
"Hemos dado ese paso", dijo. "No es fácil simplemente estar en un buen equipo en cada temporada si vas a tener una larga carrera. Pasé por eso en mis primeros años, pero siempre creí en el núcleo y en las personas que traemos alrededor para poder salir de ello".
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